Lanzarote Music Factory utiliza la fuerza del paisaje, la esencia de Lanzarote, para proyectarse internacionalmente. Un volcán, como metáfora de lo nuevo. Una explosión de cultura.
El terreno ya transformado se manipula, el proyecto es básicamente una operación paisajística, topográfica. Una estrategia expansiva que podría extenderse sobre resto de construcciones presentes, generando un nuevo paisaje. Un paisaje en el límite, de geometrías puras, entre lo industrial y lo natural. Un paisaje mestizo.
La nueva topografía, de estructura abancalada, favorece la creación de espacios protegidos de los fuertes vientos dominantes, adaptándose,de forma natural, a las pendientes existentes. Tradición viva.